(Albert Camus, Discurso de Suecia)
En efecto, la condición del prisionero del moderno campo de concentración reproduce (¿deberíamos atrevernos a escribir “reproducía”?), empeorada y agravada, la condición de esclavo. A partir del esclavo, el patrón trata de hacer una persona abyecta y que se sepa y se sienta abyecta: una persona que no sólo ha perdido la libertad, sino que además la ha olvidado, que ya no experimenta la necesidad de libertad, ni siquiera, casi, su deseo. En general, se tiene éxito; y entonces al abuso material se añade una victoria más triste, la victoria del abuso total, en la carne y en el espíritu, la victoria de la destrucción del hombre en cuanto tal.
(Primo Levi, La resistencia en el Lager)