domingo, 6 de noviembre de 2016

(II) ARCANOS DE NAVEGACIÓN

1.0. ¿De qué clase sois? ¿De flor en flor sin que ninguna os satisfaga con su olor? ¿Siempre ansiando más y más y más, y más olor en cada flor? ¿Creéis imposible que haya satisfacción? ¿Hay Alguien, entre vosotros, que goza por vosotros y en vosotros del satisfecho Olor de la Única Flor?
1.1. La ocultáis en el mismo instante que la mostráis; la aborrecéis, aunque la celebréis con esas máscaras de fiesta. Por eso, cuando en medio de la celebración os visita con la soberanía de su desnudez, no podéis reconocerla en su verdadero ser del no-ser. Y, entonces, comenzáis a sacar las grandes máscaras que aún os quedan en el fondo de armario que es vuestra metafísica sin metafísica. ¡Inermes idólatras de vosotros mismos, y no lo sabéis!
1.2. ¿Qué presencia resta en vuestras vidas la vida personal de alguno de vuestros bisabuelos? La inmensa mayoría de vosotros no alcanzaréis ni siquiera la gloria espectral de un difuso recuerdo de vuestros bisnietos. ¿Por qué os afanáis, pues, en vuestro orgullo ufano, como si fueseis imprescindibles por los siglos de los siglos? En el mejor de los casos, si algo queda, ¿qué quedará de vosotros? ¡Ni el mínimo rastro de vuestros dientes de leche!
1.3. Es cierto -siguió diciendo el corsario del tiempo-, soy una mierda, pero no dejo que me piséis, porque no quiero que mi olor aporte lustrosa fragancia a vuestros podridos pies ni a vuestros puercos zapatos. 
1.4. Dadme un punto de apoyo y saltaré sobre mí mismo; pero si me dais una soga y un árbol, entonces … me construiré un celestial columpio en la cima del mundo, al olor del fuego de las estrellas.

(tvb)