Desde el 1 de enero de 2002, 5 con 11 no es otra cosa que el nuevo modo de decir 850. Evidentemente, 5 con 11 no es un viejo modelo de coche de la marca SEAT. Ese día fue una delicia moral comprobar cómo algunos establecimientos eran un refugio de honradez: el cambio de moneda no les sirvió de pretexto para la rapiña. Claro, que otros rápidamente se reconvirtieron en buenos lógicos: si la moneda de veinte duros es lo más parecido a la moneda de un euro, entonces 100 es lo mismo que 166,386. Así, además de lógicos, antes del 1 de enero, fueron muy previsores, pues si un café valía 80 pesetas, rápidamente pasó a valer 100 pesetas, o sea, veinte duros, ya que de esa forma el tránsito de 80 a 166,386, a más del doble, estaba asegurado. Y todo esto, sin que el efecto psicológico pusiese sobre la mesa del bar la gran verdad del robo que se iba a cometer. “¡Bendita crisis que llegara y los ahogase!”, decían algunos clientes mientras se marchaban.