Velada Faz
A ciegas, puedo reconocer la faz
que se esconde detrás de su rostro
máscara de rostro amable.
La veo muy clara, aún a cubierto
en el rincón oscuro
de una plaza pública sin luces.
La veo resplandecer en la noche cerrada
que clausura el día en su oscuridad.
Es la faz megalómana, soberbia y orgullosa,
narcisa, egocéntrica y egoísta,
resentida, obstinada y paranoica,
taimada y oblicua, retorcida,
irresponsable, incohesiva y divangante.
Es la faz filocrática e irrefrenable
en su insatisfecha voluntad de apoderamiento.
Es la faz de quien todo lo vuelve personal,
a favor o en contra de su persona,
en un teatro de máscaras
que representa el drama
de una comunidad máscara de sí misma.
Y puedo reconocerla porque
antes la vi muy de cerca
presidir claustros y dirigir conventos
con su figura de falso pantocrátor:
concediendo prebendas y privilegios,
distribuyendo cargos, repartiendo las horas
como quien vende y compra el tiempo,
reproduciendo, al fin, copias de sí misma.
Porque ayer miré cara a cara esa faz
de quien rompía la regla
hasta en su cumplimiento,
es por eso que hoy la reconozco
amenazante, inyectando miedo,
con el descrédito y el digital destierro,
negando el pan y la sal, arrojando a los extremos
a todo el que presente cara
a la cara oculta del nuevo rey sol,
máscara con rostro de soberano amable.
(tvb)