Con amor, en recuerdo
de Esteban Molina González:
Tu muerte, mi manto
Sobre ti, fue cayendo la muerte
con su estampa de buen ángel.
Abrochó sus labios -sabor de cal-
a los tuyos, resecos y entreabiertos.
Sopló en tu boca un aire de ahogo,
para luego abandonar tu cuerpo
yaciente, ya sin vida ni armadura.
Con el apagón de tu última tarde,
me abracé a las pálidas sombras,
figuras de la postrera luz del día.
Y cuando desnudo en mi soledad,
sentí la frialdad de tu ausencia,
me cubriste con tu manto gris
que ya extendía la luz de la Luna.
(tvb)