miércoles, 19 de enero de 2011

La nostalgia de una justicia totalitaria

¡Cómo absorbíamos todos esa expresión de transfiguración que aparecía en el rostro martirizado, cómo nos bañábamos las mejillas en el resplandor de esa justicia, por fin lograda y que tan pronto desaparecería! ¡Qué tiempos, camarada!

(Franz Kafka, En la colonia penitenciaria)


¿A qué representación del poder se acomoda la imagen de una máquina disfuncionalmente en ruinas, pero que sin embargo imanta los espíritus irradiándoles una golosa energía de muerte? Duda y simpatía eran las dos características del Fausto de Kierkegaard en su Temor y temblor. ¿Cuáles son las nuestras: las del héroe, las del genio o las del innovador? La sociedad de la innovación también puede ser pensada desde el significado que le cabe a la máquina cuando ésta es políticamente re-sentida como una ruina.