lunes, 28 de mayo de 2012

¡YÚ, ven adentro de mí!

Un grito horada mi sueño
con palabras que queman
el alma ósea del espíritu.
...
Y las pavesas que saltan
como brillantes fonemas,
fogoso alarde de puñales
en las sílabas clavados.
...
Y como cien perlas sueltas
me fluyen felices lágrimas
dejando caer los vocablos.