martes, 29 de octubre de 2013

Víctimas de ayer y del hoy

Un nocivo espectro de fábulas renacidas
vuelve a poseer el alma de mi ciudad:

De día, vocifera con mudas esperanzas,
y en el negro lienzo de la noche,
con sus haces de luz cegadora,
pinta de rojo el luto de la sangre.

No termina de expeler su mefítico viento,
que agosta sin tregua las primerizas espigas
y quiebra con ahínco los tímidos sarmientos.

No desiste en el empuje de su l-eta-l corriente;
sin fin, naufraga la débil dignidad de la vida,
sin cobijo ni parapeto, la lleva hasta la muerte.

Una promesa de paz, del mortífero espectro,
reina en mi ciudad, presa de mitos arcaicos,
y desfigura el rostro de sus víctimas, 
de día y por la noche, muertas y vencidas.


(TVB)