La destitución del periodista Pedro J. Ramírez como director del diario El Mundo está produciendo, además de alegrías e irritaciones, un buen numero de debates por escrito y en tertulias de variado pelaje ideológico.
El hecho tiene su relevancia en tanto que la democracia de los medios, como es la de nuestras sociedades contemporáneas, conforma uno de los problemas más importantes de la cuestión democrática. O sea, que el hecho trasciende al hecho. Claro que también es relevante dilucidar el carácter periodístico del director ahora destituido. En la medida que nos hagamos una idea más acertada que falsa del concepto de mass media que gobierna o gobernó el proyecto de este periodista, en esa misma medida comprenderemos mejor su aportación a lo que se conoce con la expresión «democracia mediática».
Encuentro un modo de sintetizar lo que caracteriza la filosofía periodística del ya ex director del El Mundo: «Periodismo de balcón». Y lo hallo en unas palabras suyas con las que, en un debate con el periodista Antonio Franco, explicó el principio orientador de su hacer periodístico e informativo. Dejo aquí un enlace en el que puede verse y escucharse un vídeo que contiene el momento de ese debate al que me estoy refiriendo. Las palabras de Pedro J. Ramírez son tan elocuentes y su argumentario de tal jaez que considero innecesario añadir, por mi parte, comentario o valoración alguna. Que cada oyente y vidente aguante la vela.
