viernes, 15 de enero de 2016

VANIDAD DE BANALIDADES, BANALIDAD DEL BIEN.
«Aquél que disfraza la tiranía, la protección e incluso la buenas acciones con el aire y bajo el nombre de amistad, me recuerda a aquel pérfido sacerdote que envenenaba con una hostia». 
«Tras el crimen y el mal realizados a conciencia, hay que colocar los perniciosos efectos de las buenas intenciones, las buenas acciones nocivas para la sociedad pública, como el bien hecho a los malvados, las estupideces de la simpleza, los abusos de la filosofía mal aplicada a propósito, la torpeza agasajando a los amigos, las falsas aplicaciones de máximas útiles u honestas, etc.».
(Chamfort. Máximas, pensamientos, caracteres y anécdotas. Epílogo de Albert Camus. Madrid: Aguilar,  1989, & 139 pág. 78 y & 524 pág. 211)