jueves, 11 de febrero de 2016

Colean efectos de la presentación de «los Goya».

Perdón por colocar el borrico delante, pero como a mí, a la autora de este artículo (1) le preocupan y causan reprobación las muchas reacciones que hay en las redes sociales expresando crispación e insultos. En concreto, muestra preocupación y rechazo por las reacciones habidas ante la actuación del presentador de la reciente ceremonia de «los Goyas». El motivo inmediato del artículo está en un tuit publicado por el propio presentador el día 9 y en el que decía: «Tras todas las críticas, desprecios, insultos, acusaciones y decepciones, he de decir que no me ha merecido la pena presentar @PremiosGoya».

Ya que en mi entrada anterior a esta, hice una severa crítica de algunos momentos de dicha presentación, he de decir que estoy de acuerdo en rechazar los insultos, los desprecios y las acusaciones que no van argumentadas. En lo que no puedo estar conforme es en que las críticas y las decepciones se incluyan en el mismo saco de las causas de insatisfacción del presentador. Este podría atender a las críticas recibidas y a las decepciones expresadas e intentar sacar de ellas algo que le sirva para mejorar sus futuras actuaciones públicas. Tal vez se encontraría con que solo por recibir ciertas críticas y la expresión de otras tantas decepciones habrá merecido la pena presentar el acto.

En otro orden. Si peligrosa es la bronca crispación entre facciones en las redes, igual de peligrosa es -para la libertad de expresión- que cualquier crítica que hagamos de ciertas formas concretas de realizar el humor y la sátira se interprete como un ataque de intolerancia al humor y a la sátira mismas. Porque a la sátira y al humor le ocurre como a las redes de comunicación social, es decir, que no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que depende de cómo se utilicen y con qué fines. La crítica de un tipo de humor y de una sátira concreta que resaltan de forma sectaria -pues obvian y silencian de modo reiterado el mismo costado de la fea realidad- no es intolerancia y falta de respeto al humor y a la sátira, es un acto de rebeldía precisamente en favor de un humor y una sátira comprometidos con el uso radical del logos creativo, del que no se mutila a sí mismo con la tijera del sectarismo maniqueo. Pegarle palos a la burra siempre en el mismo costado, sin tan siquiera pellizcarla en el otro, pues qué quieren que uno diga y piense.

A más. Yo mismo, en mi crítica, y ya desde el título de la entrada, hice uso de ironía y sátira con un humor severo; y lo hice en aras de la libertad de expresión para acusar razonadamente de sectarismo a otra forma de hacer uso de la ironía y de la sátira. Y resulta muy peligroso que en nombre de la tolerancia, de la comunión, del llevarse bien, etc., solo se permitiesen las críticas irónicas y satíricas que hagan o esperan que se hagan «los nuestros». Y también yo mismo, ya al final de mi entrada, advertí con ironía y sátira del riesgo de acabar en una situación de exacerbada crispación que solo puede llevarnos a situaciones muy dolorosas y trágicas, situaciones de odio muy dañino.

Así que, en mi opinión, cuidado con hacer ciertas defensas de ciertos humores y sátiras, puesto que -sin querer- se puede poner en riesgo el uso de otros humores y sátiras, igualando a estas con el insulto o el desprecio. En estos asuntos hay que matizar mucho y bien, porque si no, lo mas que hacemos es rodar un pésimo «remake» de los intocables. Y los divinos intocables, mira por donde, siempre son nuestros intocables. Hay veces que a todos nos vendría bien admitir, con modestia, que a causa de algún déficit en nuestro actuar, estamos en situación de «touché». De ese modo no nos asaltaría esa amarga sensación de estar hundidos. A veces, nos vendría bien tomarnos con humor las críticas y las sátiras que se dirigen contra nuestro humor y nuestra sátira. Cuando se juega a los barquitos ya se sabe, todos pueden ser tocados y provisionalmente hundidos, porque si se juega limpio, al final, todos salvados para la siguiente partida. Yo -y el borrico delante- ya he tirado: F de «fila», 7.

(1) http://elpais.com/elpais/2016/02/10/opinion/1455129216_379092.html


(tvb)