martes, 15 de noviembre de 2016

(IV) ARCANOS DE NAVEGACIÓN


4.0. El éxito, en última instancia, tiene algo noble, esto es, que el espíritu raquítico puede morir de él.
4.1. Ninguna grieta lleva hacia el abismo porque este, en realidad, nos sobrevuela. Trasunto de la rapacería de la vida con sus diminutos mamíferos por alimento. 
4.2. No nos preocupó el mal en potencia, el que oculta el bien; pues a ver qué hacemos ahora con la potencia del mal. Todo esto es así porque nuestra elección recae en quien se elige a sí mismo como el Bien Absoluto, puro y sin mácula. Y esa elección nuestra no es más que el final de un proceso piramidal de identificación que nos hace sentir como parte del divinizado Bien Absoluto.
4.3. Humano, demasiado animal divino. 
4.4. Algunos copulan movidos por el puro placer; otros lo hacen por el placer que produce transgredir cualquier gramática del vínculo. Ahora bien, los hay que siempre que se asocian o se unen, lo hacen por negocio, pues todo lo hacen por negocio, con lo que desnaturalizan la coyunda y el negocio.
4.5. Finalmente, la justicia se extenderá por doquier en el momento que les salga más rentable, y conveniente, ser justos que ser injustos. Así de inestable será su reinado, pues las cosas serán conforme a lo justo, pero no por la justicia misma -que diría Kant-. Sin embargo, tampoco Kant las tenía todas consigo: si bien un mundo justo no precisa de un corazón puro, este sí tiene que ver con la justicia del amor, además del amor por la justicia.
4.6. Aspirando el fuego de tus besos, espero el mundo que no anhelo, el humo de tus huesos.

(tvb)