1. «La metáfora más
atrevida, que trató de plasmar la tensión más extrema, acaso sea la que más ha
contribuido a la autoconcepción del hombre: al intentar pensar a Dios, como al
totalmente Otro, absolutamente fuera de sí mismo, el hombre iniciaba, de una forma
irresistible, el acto retórico más difícil, esto es, el de compararse con ese
Dios». (Hans Blumenberg)
2. «Si quieres imitar a
los dioses, entonces tienes que hacer el bien tanto a los ingratos como a los
agradecidos, porque el sol brilla tanto sobre el malvado como sobre el bueno, y
el mar está abierto también para los piratas». (Séneca)
3. «Pues nada mueve tanto
a misericordia como la conciencia del propio peligro (...) Que la paz y el amor
se conserven en los corazones por la conciencia de un peligro común.» (San
Agustín)