... hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la "raza" de los hombres decentes y la raza de los hombres indecentes. Ambas se entremezclan en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo social se compone exclusivamente de hombres decentes o indecentes. En este sentido ningún grupo es de "pura raza". (...) La frontera que separa el bien del mal, y que imaginariamente atraviesa a todo ser humano, fondea en las honduras del alma... La Historia nos brindó la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Quién es, en realidad el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero también es el ser que entró en ellas con paso firme y musitando una oración.
(Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido)
[No son la ingenuidad ni la inocencia las que ponen en riesgo la veracidad y la verdad del 15-M, sino el "simplismo reduccionista" que preside esa pendiente por donde fácilmente se desliza uno desde la espontánea osadía hasta la temeraria imprudencia, desde la moral indignación hasta el sacralizado odio. Es esto lo que impide poner el nombre debido a los sueños que nos mantienen despiertos, en alerta ante el maniqueísmo que todo lo embarra.]