Suele decir Reyes Mate, con el fino olfato moral que le caracteriza, que el problema de la justicia es el tiempo. Y por lo que se ve y oye en el amplio espectro del nacionalismo vasco, ahí se trabaja a destajo para que no haya más tiempo que el de sus montes ni más problema que el denominado conflicto. Claro que de ese modo tampoco habrá justicia. “¿Y para qué la queremos?”, dirán algunos mientras llenan sus barrigas con la palomina de la paz.
No sé si será posible, pero a los futuribles nacionalistas, declarados o no, les vendría bien aprender valores morales a la par que aprenden a leer y escuchar a algunos maquetos. Se me ocurre que en las ikastolas, y demás centros educativos, se podría dedicar alguna sesión didáctica a leer unas estrofas de Lorca y a escucharlas cantadas por Camarón. ¿Resultaría demasiada alteridad y excesivo esfuerzo hermenéutico tanto para los que aprenden como para quienes educan? Ya digo, no sé, pero me parece que esos versos de un maqueto, a los que otro puso cante, ayudarían a formar espíritus capaces de enfrentarse a la dimensión moral y política del tiempo.
LA LEYENDA DEL TIEMPO
-El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
-El tiempo va sobre el sueño
Hundido hasta los cabellos
Ayer y mañana comen
Oscuras flores de duelo
-El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
-Sobre la misma columna
Abrazados sueño y tiempo
Cruza el gemido del niño
La lengua rota del viejo
-El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
-Y si el sueño finge muros
En la llanura del tiempo
El tiempo le hace creer
Que nace en aquel momento
-El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
-El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
