miércoles, 19 de octubre de 2011

"Conferencia de Paz"


Leo la declaración oficial de la (auto)denominada "Conferencia de Paz" que ha tenido lugar hace unos días en el País Vasco. Leo y leo y me parece que no hago sino leer eufemismos del léxico abertzale que ya he leído y leído antes, duante y después del parto de los montes:

..."última confrontación armada en Europa"... "posibilidad del presente y del futuro"... "superar el conflicto mediante el diálogo"... "completa no violencia"... "cese definitivo de la actividad armada"..."iniciar conversaciones"... "consecuencias del conflicto"... "todas las víctimas"... "paz duradera"... "se reúnan y discutan cuestiones políticas"... "consulta a la ciudadanía"... "nueva era sin conflicto"... "terceras partes"... "facilitadoras internacionales"... "partes involucradas"... "comité de seguimiento"...

De forma que, al ver salir el ratón de la equidistancia, me asaltaron unas palabras del Gran Inquisidor y un poema de Juan Enrique Espinosa. ¡Cómo estremece una evocativa, transversal y espontánea hermenéutica de los textos!

... Nos admirarán, seremos sus dioses, cuando sobre nuestros hombros esté la carga de su libertad, cuando hayamos aceptado el cetro que nos ofrecerán.-!Así de grande será el miedo que la libertad terminará por inspirarles!- ... Sin embargo, para conseguir la ofrenda de la libertad de los hombres, hay que darles la paz de la conciencia... pues a la libertad de elegir entre el bien y el mal, el hombre prefiere la paz, aunque sea la de la muerte.

(Fiódor Dostoievski, Los hermanos Karamázov)


CREYÉRONSE los enfermos sus historias
y las reiteraron extraordinarias anacrónicas.

Enfermos
creíanse sus propias historias
y las reiteraron extras,
ordinarias y anacrónicas.

Creyeron
ser los enfermos sus historias
y las reiteraron,
         reiteraron,
         reiteraron,

hasta consolidar el dogma,
un elemental brillo en sus estúpidos ojos
anacrónicos.

(Juan Enrique Espinosa, Poemar nº 5. Cuaderno de Poesía)