miércoles, 21 de marzo de 2012

Día mundial de la poesía, 20 de marzo.


A Francisco Delgado, "TATO"

No soy soldado
ni a la guerra perdida he ido,
no soy poeta del exilio retornado;
soy cáscara de lo humano,
y de lo humano un eco
sin ser soldado.  


[Entre los referentes que habrían dado materia de contenido y reflexión a este blog, desde la última vez que en él vio la luz la escritura, se encuentran estos: las dos últimas resoluciones del TS de correspondientes casos del juez Garzón; la naturaleza de las promesas; el plan de paz del actual lendakari; el comunicado de la llamada izquierda abertzale sobre las víctimas; la reforma laboral y la función política de los sindicatos; la desigual, es decir, "autonómica" visión de los recortes en educación; la denominada primavera de los estudiantes; el nuevo libro de Aurelio Arteta Tantos tontos tópicos; una exposición en la Biblioteca de Jaén donde se muestra el origen judío de los superhéroes de cómics americanos; así como algún que otro tema o cuestión de eterna actualidad, además de algunas invitaciones "para caminar por un texto". Pero la realidad es que todo ello se ha ido quedando en la carpeta de borradores, privándole a uno de ese bálsamo que resulta serle la escritura. No obstante, no puedo decir que no haya bebido de ella, pues la generosa y cariñosa acogida que uno recibe -sin merecerlo- por parte de algunos de vosotros, y de alguna también, en ese espacio de correo electrónico o de mensajes sms, ha servido para mantenerme con una dosis mínima.

Ayer se celebró, si no leí mal en cierto periódico, el día mundial de la poesía. Hubiese sido una buena ocasión, esta del santoral laico, para que las palabras regresasen a este sitio. Pero no, tampoco fue el momento. Sin embargo, hoy algo parece que me empuja hacia el teclado y me hace golpear sobre la combinada y sintáctica dirección de IN FIERI 59. El pasado domingo estuve, junto con Angélica, visitando, abrazando y besando a mi hermano y amigo Esteban Molina González. Hablamos -¡bueno, es un decir!, pero sí, pues nos miramos a los ojos, y mucho. También lloramos, reímos y, sobre todo, soñamos con ese futuro pasado que no ha mucho compartíamos, y sobre el que departíamos en cuerpo y alma, los mismos cuerpos que ahora nos atenazan -a él mucho más que a mí, y dolor me da decirlo-. Pero cuerpos a los que en alma les dará nuevas alas con la escritura -hoy a mí, antes que a él le salgan con seguridad las suyas, y también me da dolor decirlo-.

Pues bien, de mi hermano y amigo, al abrigo del amor de su madre, cuidan su hijo "Estebitan" -para los de siempre-, su única hermana a la que llamamos Toni, el marido de ésta, el "TATO", y su sobrina Rocío. Francisco Delgado "TATO" es, además de una excelente y buena persona, un sensible, apasionado y comprometido poeta-cantaor de flamenco. Hace unos meses me envió el texto de un bello cuento -escrito por él- para que se lo leyera a mi hijo Rafael. Ahora, en esta visita antes referida, TATO nos ha hecho entrega de una copia impresa y gráfica del cuento, dedicándoselo con todo su cariño a Rafael. Por mi parte, le entregué una impresión en cartulina color hueso de un poema que compuse en su día, y al que he querido variar en su distribución para dedicárselo con todo mi afecto al bueno de TATO. En definitiva, es este poema con el que la escritura ha regresado a la superficie, como fiel río Guadiana de un IN FIERI 59 que no deja de hacer honor a su nombre.]