domingo, 22 de enero de 2017

Filosofía y poesía, o de qué hace alguien como yo (y tú) en un sitio como este.

Convengamos que la filosofía, entre otras funciones, tiene el cometido de la clarificación de los conceptos. Siendo así, ¿por qué adentrarse en el poesía si ya se está en la filosofía? No sé por qué lo hacen otras personas que se dedican a filosofar, pero en mi caso, lo hago por un motivo congruente con la voluntad de Unamuno de devolver a los conceptos la emoción que tienen las palabras. 

En definitiva, se trata de habitar en el mundo de las ideas encarnadas, en el que conceptos y palabras cohabitan -indistintamente- entre claros y oscuros, entre luces que son sombras  y sombras que son luces. Dicho de otro modo, para evitar que el esfuerzo del concepto -del que habló Hegel- se convierta en la fiesta del pensar -de la que habló Heidegger-. El esfuerzo del concepto no es solo el dolor de los conceptos, sino que incluye el concepto de dolor; y nada como el trato poético de la palabra (el arte en general) para devolverle la emoción (y la conmoción) al pensar que cuenta con la experiencia del dolor. Claro, que de este modo también la palabra se embaraza de las ideas, en un mundo donde pensar la esperanza. 

¿Un ejemplo? Veamos uno con la ayuda excepcional de un ejemplar poema. 

A menudo, se utilizan sin distinción precisa los conceptos de «eficacia», «eficiencia», «estrategia» y «táctica». A continuación, intentaré aclarar el significado de cada uno de estos cuatro conceptos y adjuntaré la fotografías de unas copias del poema de Mario Benedetti cuyo título está en conexión semántica con estos. Espero que a alguien le ayude a ese reubicarse en el mundo de las ideas, en lo que Benjamin llamaba constelación de ideas, pero que -a diferencia del de Platón- están encarnadas en la experiencia viva de lo humano sensible, aunque bien que trasciende la simple vivencia individual. No obstante, advierto, esa reubicación o rehabitación de y en el logos, no será pasiva ni inmediata: el lector está requerido para realizar su propio esfuerzo, el del concepto del concepto de dolor. Compruébelo él mismo en sí mismo, y constate si en verdad mira desde dentro, allí donde cohabitan luces y sombras. Bienvenido si aún no lo estaba, y encantado de conocerle. Nos iremos cruzando, saludando, conforme vayamos entrando y saliendo de ese mundo de incierta libertad, al que así llamo con palabras de mi querido Amigo Estaban Molina. 

«Eficacia» (“eficaz” o “efectivo”): al hablar en relación con alcanzar realmente los objetivos, metas y fines. 
«Eficiencia» (“eficiente”): tiene que ver con los medios o instrumentos adecuados para tener eficacia, o sea, para conseguir efectivamente los objetivos, metas y fines. 
«Estrategia» (“estratégico”): hace referencia a la ordenación de un plan para conseguir algún objetivo, meta o fin.   
«Táctica» (“táctico”): está relacionada con las operaciones o aspectos concretos para ejecutar la estrategia.



(tvb)

Poema: Mario Benedetti. El amor, las mujeres y la vida. Ed. Sudamericana. Buenos Aires.